El arco iris

El arco iris

Después de una agradable tormenta de verano, tan esperada cuando hace mucho calor porque refresca el ambiente, y al mismo tiempo deleita nuestro olfato, Alicia y Cornelia se quedaron durante unos minutos contemplando el precioso arcoíris que comenzaba a aparecer en el cielo, abrazando y conectando todo lo que abarcaba con sus brazos.

Mientras la atención de Alicia se centraba en el color verde de ese precioso arcoíris, tratando de indagar y profundizar sobre ese color (su matiz, intensidad, brillo, connotaciones emocionales, así como los recuerdos que le suscitaba dicho color), Cornelia contemplaba todos los colores del arcoíris a la vez, pensando que no es útil dejarnos asombrar por un solo color.

Cornelia y Alicia eran diferentes, pero al mismo tiempo muy iguales. Cada una de ellas pensaba de manera diferente respecto a muchos aspectos de la vida, por lo que respondían de forma distinta ante las mismas situaciones.  Habían compartido su infancia y una educación similar, lo que podría explicar que sus actitudes, expectativas y valores fueran similares. Por encima de todo y todos, Cornelia y Alicia de forma consciente e intencional habían tomado una decisión: mirarse, sentirse, comunicarse con sinceridad, respetarse y quererse desde lo más profundo de sus corazones.

En estos momentos, había estallado la guerra en la ciudad en la que vivían ambas mujeres. Algunos ciudadanos, con los que Alicia y Cornelia habían mantenido una estrecha relación, se habían sublevado y comenzado a invadir la ciudad. Impactadas por la situación, que no lograban comprender, Alicia y Cornelia revisaban reiteradamente el pasado, tratando de encontrar una posible explicación a lo que estaba aconteciendo. Pero, ninguna de ellas, encontraba una respuesta plausible.

Cornelia y Alicia se preguntaban una y otra vez en qué habían podido contribuir al conflicto bélico del momento. Habían ofrecido lo máximo y mejor de ellas mismas en su desempeño, renunciando incluso a considerar qué es lo que ellas necesitaban. ¿Tal vez si hubieran actuado de otro modo en el pasado, las cosas serían diferentes ahora?

Desde la sólida conexión que ambas mujeres experimentaban en lo más profundo de su corazón, Cornelia y Alicia alzaron y cruzaron sus miradas de forma entrañable (como siempre lo hacían cuando se comunicaban sin palabras), esbozaron una tierna y pícara sonrisa envuelta en amor, y volvieron a mirar el precioso arcoíris, sabiendo que les ofrecería una respuesta sabia, valiente y amable.

Así es como aprendieron que, cuando algo les preocupaba, sentir y dejarse abrazar por la naturaleza podía aportarles la calma y la paz que necesitaban para seguir acompañando los tiempos duros de la guerra.

Olimpia Ché

Un comentario en «El arco iris»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *