LA PUTA PASTA

LA PUTA PASTA

Álvaro Catarineu, estaba investigando sobre la silicosis en las minas de Asturias. Tras diez años, perdió la financiación, así que montó consulta en su casa, con seguros privados que pagaban muy mal. Atendió a todos los visitadores médicos que lo visitaban y se vio obligado, por ejemplo, a recetar pastillas de vitaminas, que un solo guisante contenían en mayor cantidad.

Había montado un pequeño laboratorio en casa, al que acudían mineros voluntarios para seguir investigando, aunque éstas avanzaban lentamente.

Un año después tuvo la suerte de que el principado asturiano le concediera una subvención. Con ella amplió el laboratorio y sus investigaciones avanzaron rápidamente.

Su familia volvió a comer y vestir decentemente. Un día descubrió un medicamento, que paliaba parcialmente la enfermedad.

Así que vio, que en las penurias antiguas se había vendido por la puta pasta, de lo cual se arrepintió profundamente, pero tenían que subsistir.

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