SUSO TAXI
Es un hombre de éxito, se ha hecho a sí mismo. Periodista por vocación, de muy jovencito iba, acompañado por su hermano de sangre, Jesús Moreno, a la papelería Mayte, para obtener información privilegiada, al llegar preguntaban: ¿Qué cuesta más un compás de los buenos o una caja de rotuladores?
Aquella investigación fue presentada como: “Los niños periodistas”.
Y estudió periodismo, como en su ciudad no existía Facultad del ramo, marchó a Madrid, el primer año se alojó en casa de una Señora que les racaneaba hasta con la comida, todos sus familiares recordamos que, en una ocasión, le llevo unos bocatas de un mitin político.
Mejoró bastante su situación alimentaria cuando entró en un colegio mayor.
Empezó a trabajar en una emisora de nombre irrecordable, donde todos los colaboradores, tenían que firmar cartas, dirigidas al director, contándole que estaban interesados en hablar de ciertos temas sin cobrar. ¡Ay España y yo somos así!
Y así siguieron muchos trabajos más, de escasa calidad ambiental y poco rendimiento económico.
De pronto, sin previo aviso ni cédula de habitabilidad, el negocio mejoró. Su salto a una cadena estatal de invención de noticias, fue espectacular.
Suso se casó y tiene dos hijos: Adelaida Taxi Martínez y Gerundiano Taxi Martínez. La mayor es un hacha estudiando, rubia, guapa inteligente, en fin, lo tiene todo El Gerundiano ese, debe medir ya como 44 metros aproximadamente, creo que no es buen estudiante, tonto no es, así que debe ser un vagueras de la hostia.
Suso ha viajado mucho, en un descuido se planto en el Caribe como delegado de su agencia.
Siempre ha tenido un cariño especial por Murcia, donde sigue viviendo, aunque los fines de semana se acerca a Madrid, para ver teatro, ópera, partidas de ping- pongo. Al mismo tiempo descansa de los trabajos que les da el dogo que cría y mantiene en su piso, es buen chaval, me refiero al perro, pero mantenerlo es un presupuesto.
Su afición por Murcia y sus mujeres, mejor las cuarentonas largas, me la ha traspasado. La de las muncianicas no, yo estoy muy bien casado. Y me han hecho intitular el blog que tengo en internete, como cuentecicos.es
Pues varias cosas, chavalito:
1.- Me debes uno, tú ya me entiendes.
2.- ¿Era más caro el compás de los buenos?
3.- ¡Viva Muncia, acho, pijo!
Y colorín, colorado este cuentecico—para muncianicos y muncianicas—se ha terminado.
José Taxi en colaboración con Josma.
2 comentarios en «SUSO TAXI»
El Ping pongo me ha hecho recordar cómo aprendí a jugar, sólo aprender malamente. Fue a los trece años aproximadamente, ten en cuenta habiendo vivido durante varios siglos, es difícil ajustar la fecha, en casa de mi amiga Ana, con un montón de hermanos y amigos que jugaban…de la… y yo no había cogido una pala en mi vida. Mi inconsciencia, las ganas de aprender y que ellos eran buenos chavales, me pusieron jugando “con ellos”, sólo contadas ocasiones, se pueden imaginar los resultados: 7-0, mayormente, y alguna vez 11-1, eso ya era…
Seguro que mi hermano de adopción no lo recuerda, yo sí, y como también puede imaginar, ya veo borroso. Gracias a todos.
Si lo recuerdo… Campeona del ping pongo…