Un amor IRREVERSIBLE
Diego de Marcilla estaba profundamente enamorado de Isabel, pero no se atrevía a declarase así que le escribió un poemita, y se lo mandó por WhatsApp: “…Pero mudo y absorto y de rodillas como se adora a Dios ante su altar, como yo te he querido…; desengáñate, ¡así… no te querrán!” Cuando se dio cuenta del plagio intentó borrarlo, pero era demasiado tarde. Pasaron dos días, ya se estaba poniendo nervioso Isabel no contestaba… 24 horas después, sobre las once…