¡Hola, Sr. Cantinflas!
— ¡Hola Cantinflas! — ¡Cuidadito chaval, ese no es mi nombre! — Pues yo pensaba que sí. — Me llamo, mejor dicho, me llaman, Jorge — ¿Y lo de Cantinflas? He visto a Rafa llamarte así. — Otra vez, tampoco así es mi nombre, te lo repetiré por última vez me llaman ¡J. O. R. G. E. ¡ — ¿Entonces, lo de Cantinflas? — Es mi nombre de guerra, tú puedes llamarme D. Jorge, o Señor Cantinflas. Aquel dialogo para…