UNO de enero
Aquel año comíamos en nuestra casa, estaban invitados: mis padres, aquellos de mis hermanos que habían sobrevivido a sus salidas alcohólicas de noche vieja y mi madrina. Mi mujer y mi hija se encargaban de preparar unos entrantes y poner la mesa, yo había preparado un pavo relleno, cuya receta era totalmente original, que daría lugar, a la hora de servirlo, para que mi padre recordara que “El ars cisoria” del Marqués de Villena, explicaba la forma de manejar el…