¡Es uno de los nuestros!
Se lo voy a contar todo, ahora ya no tiene sentido ocultar nada. ¡No se ponga nervioso! ¡Deje de apuntarme con esa pistola! ¡Por favor no me dispare! Esta mañana a las diez yo tenía una cita en el hospital, la espera se alargó y salí de la consulta a las doce y media, eché un par de cigarrillos, busqué un taxi y me vine aquí, no había tomado nada en todo el día y no comería hasta las dos…