Juntos de la mano
Los dos jubilados, suben, cogidos de la mano, por el mismo sendero que, en 1.984, recorrieron en su viaje de novios, cuando estuvieron en Ordesa. En un punto del riachuelo, mientras él se queda fuera, igual que hizo la otra vez– ahora ya no recuerda el motivo que tuvo para no entrar—ella se descalza y entra en el río–, a mojarse los pies. Desde esa situación ella lo mira y sonríe, él la ve y le devuelve la sonrisa. En…