Con solo una mirada.
Con sólo una mirada, “La Teta” era experta en usar el abanico para expresar miles de significados. Estoy convencido que mi Irenita Adler, también. Yo, ignorante en estas materias, he consultado a Pérez Reverte, con el que sigo sus discusiones de los domingos en Twitter, tiene una biblioteca inmensa y se pasea por el Archivo de Indias, como Pedro por su casa. De paso me cuenta su último descubrimiento, una barrica de roble, de buen ron Antillano, que debe ser…