Un amor IRREVERSIBLE

Un amor IRREVERSIBLE

Diego de Marcilla estaba profundamente enamorado de Isabel, pero no se atrevía a declarase así que le escribió un poemita, y se lo mandó por WhatsApp:

“…Pero mudo y absorto y de rodillas

como se adora a Dios ante su altar,

como yo te he querido…; desengáñate,

¡así… no te querrán!”

Cuando se dio cuenta del plagio intentó borrarlo, pero era demasiado tarde.

Pasaron dos días, ya se estaba poniendo nervioso Isabel no contestaba…

24 horas después, sobre las once de la mañana recibió un email de Isabel que decía:

“Si me quieres, quiéreme entera,

no por zonas de luz o sombra…

Si me quieres, quiéreme negra

y blanca, Y gris, verde, y rubia,

y morena…

Quiéreme día,

quiéreme noche…

¡Y madrugada en la ventana abierta!…

Si me quieres, no me recortes:

¡Quiéreme toda!… O no me quieras”

Al final fue Isabel la que dio el primer paso, quedaron a merendar, en una cafetería próxima a la placita donde se encuentra: “El Torico” de Teruel.

Isabel tomó chocolate con churros Diego, por su parte, se hizo servir un bocata de jamón del terreno y bebió, en bota, un vinillo peleón.

Esa primera vez hablaron poco, por no decir nada, estaban avergonzados—no sé de qué—digo yo.

Con el tiempo fueron intimando, cogiéndose de la mano a escondidas, dándose algún besito.

La relación iba tan bien, que decidieron ponerla en conocimiento de sus padres para formalizar su noviazgo, con la esperanza de acabar en un bodorrio espectacular.

Cometieron un error fatal.

Ambas familias se opusieron, sin que podamos explicar los motivos.

Los chicos no sabían como reacción, parece que padecieron un síndrome, y salieron del atolladero a lo “Romeo y Julieta”

Consumaron el tradicional apuñalamiento, primero ella, luego él,

Y colorín colorado este cuentecico—criminal—se ha terminado.

Jose Taxi

Antes conocido como: Josma.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *