¡VIVA LA VIDA, ALEGRE Y DIVERTIDA!

¡VIVA LA VIDA, ALEGRE Y DIVERTIDA!

Gracias a la vida 

No creo en la reencarnación, en realidad es que como no me conviene, no me interesa. Vivir de nuevo, me parece tedioso, lo que ya fue no tiene sentido revivirlo. Y de lo que pudo haber sido y no fue, mejor ni hablamos.

Soy un gamberro semiprofesional, me encanta transgredir las normas sociales, las reglas de hortografía y hacer trampas en el solitario.

No voy a definirme, más, eso me crearía límites, no estoy dispuesto a soportarlos. Aunque al ser un ente inconsistente, quizás no haga otra cosa en todo este cuentecico.

En cuanto al sexo estoy con Sabina ”… El sexo con amor de los casados…” Del oral mejor ni mentarlo, es lo que hacemos todos los mayores de cincuenta, hablamos de él en lugar de practicarlo. Con una excepción “…esta vez yo quería quererla y ella no…”

Amo, amar, “…paraules d’amor, sencilles i tendres…” De los “…nacionalismos sólo diré que me dan mucho miedo…”, al igual que afirmaba D. Enrique Bhumbury.

Soy creyente: creo en que un vino tinto es mejor a uno blanco, creo que el calor se pierde por la cabeza, creo que las matemáticas no son una ciencia exacta, creo que he perdido mucho tiempo de mi vida, antes de jubilarme, “…jubilación divino tesoro que te vas para no volver…” Creo que esta cita es errónea.

No creo en los viajes, ahora a todo el mundo le encanta viajar, con lo bien que se está en casita. No creo en la coherencia, ni en los logaritmos neperianos, ni en las raíces cúbicas.

Odio al “cobarde gallina, capitán de la sardina”, y en la ceguera de Saramago: novela escrita a mano supongo sin un solo signo de puntuación que en uso de su libertad el autor pudo y hasta debió redactar pero que no se debió publicar jamás de los jamases para no atormentar a ninguna persona animal o cosa.

Tengo un cabezón importante, mi mente no es maravilloso, mi cerebro es de talla normal, los vacíos que queda entre él y mi cráneo están llenos de: Guernicas, Miróses y Ripolléses.  Me hubiera gustado pintar las Meninas, el dos de mayo, El Cristo, de Salvador Dalí.

Tengo una mala salud de hierro, soy artrítico, npolar y visionario. También soy fumador, licenciado en permalogía y aprendiz de todo y maestro de nada.

Me gusta más una canción de Los Cucarachas, una ranchera o una de vaqueros. No soporto la bachata ni el reguetón, tampoco sé cómo se escriben.

Prefiero los bocadillos a la carne o al pescado. Me encanta el arroz caldoso, antes me gustaba más la paella.

En fin, todo un partido, judicial no, de casorio…

Una confesión final: ¡Jose Taxi! ¡Soy tú padre!

Y, lo siento por vosotros– ustedes–, pero VOLVERÉ.

 

Y colorín colorado este cuentecico se ha acabado.

 

Josma

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