
Y colorín colorado este cuentecico se ha acabado.
Esa pregunta me la vengo haciendo desde niño, por culpa de D. Antonio Frigols, “El Pelufo”. Nunca, ninguno de los dos, atinamos con una respuesta, más o menos decente, ni mucho menos sensata.
Mi buen amigo Anatoly Karlovy , con el que tuve algún trato—Anatoly había venido a jugar unas partidas simultaneas, en las que, como era de esperar, nos ganó a los cincuenta participantes. Decía que el final de un cuentecico es como el jaque mate, es preciso morir, para comenzar una nueva partida.
Un individuo llamado: Alfonso Fernández Pacheco, me confesó que él escribe por los codos, porque nunca pudo aprender a jugar al ajedrez.
Y, no podría terminar de otra manera, así que ahí va…
Y colorín colorado este cuentecico se ha acabado.
Naturalmente este cuentecico coloradísimo, va dedicado al insigne escritor: Alfonso Fernández Pacheco.
Alfonso: ¡Sólo te pido que me aclares si eres un plagiador o no! Yo no lo creo, pero dicen las malas lenguas que…
Josma
También llamado Jose Taxi.